Umberto López Rosales, presidente de la fundación local Isla Bienestar, un municipio en el estado mexicano de Veracruz, dijo que al menos 1/3 de las más de 10,000 piñas en la región fueron devastadas por la sequía y el calor.
Se observaron altas temperaturas del aire en el municipio durante más de ocho meses, lo que se vio exacerbado por la falta de agua suficiente para regar los cultivos o satisfacer las necesidades de algunas comunidades.
El daño causado a algunas plantaciones fue catastrófico, por lo que se necesita el apoyo institucional para que los productores obtengan el impulso necesario para la restauración.
Actualmente, las piñas han subido de precio. Pero incluso esto no salva a los agricultores que se dedican a cultivarlos. Simplemente no pueden aprovechar el aumento de los precios de los productos, porque no pueden cosechar debido a las condiciones climáticas.
Además de apoyar a las autoridades agrícolas, los productores requieren expertos técnicos e investigadores para que la producción de piña sea más rentable.
La sequía ha provocado pérdidas significativas de cultivos, y ahora es necesario apoyar a los productores afectados. Esto se puede lograr con préstamos que les permitirán seguir adelante, dice Umberto López.