Un tribunal de Munich desestimó la queja de una pareja enojada que se quejó de las ruidosas campanas de vaca de sus vecinos.
Una pareja de Holzkirchen, cerca de Munich, presentó una demanda por primera vez en 2015 y, a pesar de su fallo judicial final en este asunto, planean apelar nuevamente. En la corte, la pareja dijo que estaban preocupados por el sonido de las campanas y el olor a estiércol proveniente de la granja de su vecina Regina Killer.
Durante el juicio, se afirmó que el sonido de la campana en la ventana de la habitación de la pareja excedió los 70 decibelios, lo que corresponde al sonido de una aspiradora en funcionamiento. Como resultado, el tribunal desestimó la queja.Sin embargo, este asunto ha provocado una vez más la controversia sobre la identidad bávara, una región ferozmente patriótica en el sur de Alemania. Uno de los principales políticos bávaros, Ilse Aigner, dijo que "una vaca con una campana es parte de nuestro estilo de vida rural".
La propia Regina Killer le dijo al periódico Süddeutsche Zeitung que "esto es una cuestión de nuestras tradiciones" y "si esto continúa, será el fin de Baviera".Este caso es similar al del año pasado en el Reino Unido, donde un residente de West Yorkshire se quejó ante los miembros del consejo en Leeds de que su vida estaba "nublada" debido a las vacas vecinas "rugientes".