Un joven cazador furtivo que vivía en la península de Crimea estaba en manos de la justicia: las consecuencias de sus acciones en la industria pesquera fueron críticas para el complejo agroindustrial ruso.
El hecho es que Crimea, de 23 años, realizó pesca ilegal en las cercanías de la aldea de Orlovka e infligió daños al estado por un monto de 270 mil rublos.
Según representantes de la Dirección Fronteriza del Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia en la República de Crimea, al menos quinientos especímenes de peces picoteaban el cebo de un pescador de montaña, entre los que predominaban el arenque y el pescado azul.Es de destacar que esta no es la primera experiencia ilegal del cazador furtivo de Sebastopol. Anteriormente, ya era administrativamente responsable de la captura de cientos de kilogramos de pescado, la mayor parte de los cuales pertenece a las especies incluidas en el Libro Rojo de la Federación Rusa.
Por el momento, el reincidente está bajo investigación. Con respecto al cazador furtivo, se han iniciado procesos penales por el hecho de la pesca ilegal de los recursos hídricos con consecuencias en forma de daños a gran escala.Por el momento, el sospechoso se avecina con la posibilidad de estar al otro lado de la celda de la prisión por hasta dos años (según las disposiciones del artículo 256 del Código Penal de la Federación de Rusia).